viernes, 29 de junio de 2012

Curiosa noche

Curiosa noche en que se va para siempre un (otro) pedazo de mis recuerdos. Juan Alberto Badía pobló con su voz muchas otras noches de mi juventud, atravesándome la soledad con su Flecha cálida y humilde, llenando el aire de canciones que de alguna manera me nombraban nombrando a toda una generación. Años después, ya esposo y padre, las tardes de sábado tenían la Compañía del buen gusto, la simpatía y la inteligencia de Beto y el equipo que supo reunir. Ahí están en YouTube los videos de Los Trovadores, de Víctor Heredia, de Jairo, de la Negra.

Cuando, radiado de la tele, Badía se refugió en el cable, y yo inauguraba mi camino con los libros de folklore, no recuerdo cómo tuve la chance de que me entrevistara tres minutos en su "Imagen de radio", la misma noche en que estaban Marián Farías Gómez y Lorenzo Quinteros.
    Adolfo Castelo, Silvina Chediek, Carlos Beilliard, María Esther Sánchez y Juan Alberto Badía (foto La Nación)
 Curiosa noche. E inolvidable, como tantos de los momentos que, con su buen uso de los medios, con su generosa entrega, nos dio ese gran tipo que se llamó Juan Alberto Badía. Como el buen labrador que mira los surcos recién abiertos, no tengo dudas de que estará descansando en paz.

jueves, 21 de junio de 2012

Siempre Evita

"Dirigentes obreros entregados a los amos de la oligarquía por una sonrisa, por un banquete o por unas monedas. Los denuncio como traidores entre la inmensa masa de trabajadores de mi pueblo y de todos los pueblos. Hay que cuidarse de ellos... son los peores enemigos del pueblo porque han renegado de nuestra raza. Sufrieron con nosotros pero se olvidaron de nuestro dolor para gozar la vida sonriente que nosotros les dimos otorgándoles una jerarquía sindical. Conocieron el mundo de la mentira, de la riqueza, de la vanidad y en vez de pelear ante ellos por nosotros, por nuestra dura y amarga verdad, se entregaron. No volverán jamás, pero si alguna vez volviesen habría que sellarles la frente con el signo infamante de la traición. Peor aún son los que, provenientes de ese pueblo, lo traicionan, lo abandonan, lo venden, lo usan como moneda de cambio. Peor que un oligarca es un traidor a su clase" 


EVA PERÓN