De un tiempo a esta parte, no me siento del todo representado por algunos medios públicos. Mis medios públicos. Hago estas críticas porque los medios públicos, los que explican, difunden y defienden el modelo encarnado por el gobierno de Cristina, son muy escasos y no pueden darse el lujo de mostrar flancos débiles.
Canal 7:
No me parece adecuado que con sus exabruptos, grosería y malos tratos a sus compañeros "Marcelo Araujo" siga al frente de "Fútbol para todos", ni que siga trabajando en ese espacio un comentarista tan vago e impreciso como "Julio Ricardo".
Tampoco me parece bien que el único espacio para la música de raíz folklórica de la televisión lo comande Soledad, una recién llegada al género.
Radio Nacional AM:
Hubo cambios que no me satisfacen: el de Larrea (de la mañana a la tarde) y el de "Argentina tiene historia" (de la tarde a la noche, incluyendo el inexplicable e inexplicado desplazamiento de Jorge Halperín).
No me gustan muchos de los conductores: Galende no tiene nivel ni usa un vocabulario adecuado, su conducción es la de un coordinador de viaje a Bariloche, es decir "pura joda". Wainfeld, además de tartamudo, es insufriblemente autorreferencial. No hay ninguna intervención de sus columnistas que se salven de ser postadatadas por él. Además insiste en cantar, acción para la cual no fue dotado por la naturaleza. Ottaviano y Caballero son muy buenos periodistas de investigación. De radio, cero. De Moncalvillo, prefiero seguir pensando en sus entrevistas publicadas en Humor. Como periodista de opinión, muy por debajo de aquel nivel. Mengolini: comenzando por su voz, que no la ayuda para nada, no muestra capacidad para conducir un programa en una radio de esta envergadura..
Rescato a Anguita y su equipo, a Larrea, Aliverti, Víctor Hugo, Ulanovsky, Agustina Díaz, Nora Veiras y al equipo de Wainfeld. El equipo de deportes -salvo Horacio Del Prado- es de décima categoría y rápidamente hay que terminar con esa demagogia del "relator del pueblo" o del "relator militante", que creo que se apellida Lucía.
Me molestan la sobredosis de Brienza (dos veces al día de lunes a viernes, y también los sábados a la mañana) y los inexplicables radioteatros de Miriam Lewin.
El problema parece ser que los directores de la radio provienen del periodismo gráfico.
Otra objeción: la cortina que identifica a la emisora, que es demasiado rockera como para pretender identificarnos como argentinos y demasiado amateur para una radio Nacional. De las FM no hablo porque directamente no las escucho. Alguna vez escuché La Folklórica, pero nunca me gustó su formato "Terminal de Ómnibus", lleno de micros.
Por otro lado me parece
piantavotos el hecho de que muchas caras se repitan en la radio y en la TV, como Barragán, Galende, Veiras, Wainfeld, Mariana Moyano y otros del elenco radial que de tanto en tanto aparecen en pantalla...¡Vamos! ¿Acaso no hay otros personajes para mostrar?
Me da la sensación de que en esos medios hay mucho capricho personal y pocos deseos de renovación, no así en otros medios públicos como Encuentro, Paka paka, Tecnópolis e Incaa TV donde la creatividad y el buen gusto sobran.