Acaban de anunciar la muerte de Eduardo Luis Duhalde, Secretario de Derechos Humanos de la Nación, un hombre que asumió un compromiso muy tempranamente y no lo abandonó hasta su último aliento. Yo quiero agradecerle -además de su coherencia vital, el haber sido uno de los inspiradores de lo que iba a ser y a hacer en la vida. Cuando tenía 21 o 22 accedí a este libro, que aún conservo, en el que Duhalde con su querido amigo y socio Rodolfo Ortega Peña (asesinado por la Triple A en 1974), los dos militantes en el revisionismo histórico, desmontaban ciertas falsedades que la historiografía liberal había instalado en el campo del "folklore".
Años más tarde, en marzo de 1986, volvió a abrir mis ojos a otra verdad oculta por la "historia oficial", cuando publicó en dos partes en la revista "Humor" su artículo "Los negros, nuestros primeros desaparecidos".
Adiós compañero, gracias por su vida. Y hasta la victoria.
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