Curiosa noche en que se va para siempre un (otro) pedazo de mis recuerdos. Juan Alberto Badía pobló con su voz muchas otras noches de mi juventud, atravesándome la soledad con su Flecha cálida y humilde, llenando el aire de canciones que de alguna manera me nombraban nombrando a toda una generación. Años después, ya esposo y padre, las tardes de sábado tenían la Compañía del buen gusto, la simpatía y la inteligencia de Beto y el equipo que supo reunir. Ahí están en YouTube los videos de Los Trovadores, de Víctor Heredia, de Jairo, de la Negra.
Cuando, radiado de la tele, Badía se refugió en el cable, y yo inauguraba mi camino con los libros de folklore, no recuerdo cómo tuve la chance de que me entrevistara tres minutos en su "Imagen de radio", la misma noche en que estaban Marián Farías Gómez y Lorenzo Quinteros.
Adolfo Castelo, Silvina Chediek, Carlos Beilliard, María Esther Sánchez y Juan Alberto Badía (foto La Nación)
Curiosa noche. E inolvidable, como tantos de los momentos que, con su buen uso de los medios, con su generosa entrega, nos dio ese gran tipo que se llamó Juan Alberto Badía. Como el buen labrador que mira los surcos recién abiertos, no tengo dudas de que estará descansando en paz.
viernes, 29 de junio de 2012
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2 comentarios:
Reproduzco el comentario que quiso dejar Horacio Aragona y no pudo:
"Tengo el orgullo de ser amigo de la única otra persona que -como el Beto- podía ser considerada como sinónimo de Radio, en Argentina. Ahora ha quedado solo, en ese lugar. Periodista comprometido, hombre de pocas palabras. También a mí me gusta esa parquedad, ese laconismo de usar sólo las imprescindibles.
Le envié un SMS de sólo tres palabras. "Era buen tipo".
Me respondió con tres letras: "Muy".
Para qué más.
Chau, Beto."
Muy buena nota, Pá.
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