El cumpleaños de un amigo

¿Se acuerdan de Horacio Aragona? Integró -entre otros conjuntos- el Cuarteto Vocal Zupay y aquel fabuloso quinteto que fue De los Pueblos. Bueno, Horacio no sólo toca la viola y canta, es un musicazo, estudia a los grandes compositores populares (el Cuchi, el Chivo), sin dejar de tener "un ojito y una orejita" en los clásicos. Para completarla, el amigo [piensa y] escribe lindo y bien. Aquí comparto con ustedes lo que me mandó hoy por mail desde Bariloche, donde reside:

El tipo es amigo mío. Muy amigo.
Él no lo supo nunca, y se murió sin saberlo, hace una punta de años.
Yo tampoco lo supe, sino hasta muchos años más tarde; muchos, aún después de que yo mismo naciera.
Pero somos, fuimos amigos desde siempre.
Desde que lo entendí, celebro su cumpleaños todos los 16 de diciembre.
Este es el primer año en que decido compartir la celebración con algunos otros amigos músicos, que también son, seguramente, amigos de él, aunque -como me pasaba a mí- por ahí no se hayan dado cuenta todavía.
El tipo, como todos los amigos de uno, ha hecho un montón de cosas por mí. Me enseñó, y me sigue enseñando, con su obra descomunal.
Me saca de los bajones más jodidos, con sólo escuchar algún momento escrito por él.
Me ayuda a ser menos cascarrabias que él, cuando me hace recordar que sólo a los muy talentosos se les puede tolerar el malhumor (y uno está tan lejos de ese talento, tan lejos...)
O sea: Comparto con vos, amigo músico que estás leyendo, la alegría de que aquel cascarrabias haya nacido. Y por ahí te transmito también esta condición de colifa que me acompaña desde hace mucho, y el año que viene también celebrás vos el cumpleaños de mi viejo amigo.
En algún momento de hoy, entonces, levantá una copa, aunque sea imaginaria, y decí en voz baja:
"¡Feliz cumpleaños, Ludwig!"
(Ojo: tiene que ser en voz MUY baja, o te tomarán por colifa a vos también...)
Un abrazo.
Horacio Aragona